domingo, 13 de noviembre de 2011

PRIMER PAPER: El mito del cuarto poder: Irregularidades, presunta falta de libertad de expresión y el poder político y económico como dueño del sistema



“La imagen del periodista en la actualidad, se forja principalmente en la imagen que el mismo tiene como persona, pero sobre todo se basa en la importancia de su tarea y del rol social que a través de la misma asume”. (1), ahora con esta premisa podemos constatar que el periodista en la actualidad quizás no es consciente del rol social y la importancia que sus palabras ejercen en la sociedad y esto se debe a que la ética y los valores que nos enseñaron acerca del periodismo en las universidades muchas veces no se ve reflejado en la práctica de nuestra profesión, los periodistas han dejado caer la pluma de la veracidad con la que comenzaron en sus inicios para ser reemplazada por actos ilegales que intoxican a la opinión pública.
 
Lamentablemente en la gran mayoría de países de América latina algunos pseudoperiodistas utilizan el titulo de nuestra profesión como eufemismo para tapar sus irregularidades, problemas que se extienden mucho más allá del ámbito de la profesión y repercute en el producto elaborado por el periodista. 
Son los públicos hoy en día organismos cada vez más exigentes, que necesitan ser alimentados de informaciones agiles, veraces y oportunas y no de aquel trabajo del periodista contaminado con deficiencias, que se vierte a través de una información fácil, regalada y de contenido insustancial. Los medios de comunicación son artífices de sus propios actos, actos que pueden ser premiados en algún momento determinado y condenados en otros, ningún periodista puede ampararse de la libertad de expresión y cometer abusos que vayan en contra de la integridad de algunas personas o de alguna institución en particular, cada periodista es consecuente del poder que tiene en sus manos, no pudiendo usar esta libertad indebidamente ya que esta acarreara consecuencias que son determinadas por la ley. (2)
La realidad periodística por ejemplo de Venezuela nos ha mostrado casos de periodistas apoyados incluso por organismos internacionales que han sido acusados de difamación y estafa, cuyos protagonistas al haberse comprobado sus delitos no han tenido otra opción que reconocer sus culpas llegándose a la conclusión de que el villano de esta historia no es el gobierno sino los propios periodistas quienes en vez de hacer hincapié en acusaciones sin fundamentos contra el gobierno deben ejercer su profesión de forma intachable, libre y responsable para poder ser dignos de ser llamados por ese nombre. (3)


Atrás quedaron los años en que el periodismo era considerado como el cuarto poder, ¡la verdadera labor periodística! no se pierde suelen decir algunos eximios comunicadores, es cierto en parte ya que todavía podemos distinguir medios de comunicación fieles a un estilo periodístico marcado por las buenas acciones, acciones que son devoradas por aquellas personas que los ven, los escuchan y los oyen, adquiriendo en la sociedad un valor inigualable, y aquello es precisamente la dadiva que el periodista siempre espera, que su trabajo arduo y eficiente sea valorado, querido y respetado por la sociedad en un mundo donde muy pocos periodistas disfrutan de la vehemencia en la práctica de esta profesión, y para quienes la han aprovechado pueden afirmar que este trabajo les ha otorgado grandes satisfacciones pero también les ha dejado incontables experiencias donde uno como comunicador tiene que asumir el riesgo de jugarse el todo por el todo por sacar una excelente nota a pesar de la implacable y peligrosa situación en la que se presente. 
Una de estas odiseas fue la que vivió el equipo periodístico de Radio La Luna, en la localidad de Quito en Ecuador, cuando un grupo de periodistas de esta estación tuvo que cubrir una serie de acontecimientos previos a un golpe de estado, en donde se mezclaron ilusiones, desencantos, perfidias, grandes despliegues periodísticos recompensados por la constante nivel de audiencia seguida de la gran participación ciudadana que termino por acrecentar la fama de esta radio en todos los recodos del Ecuador. 




Sin embargo centrándonos otra vez en la verdadera labor periodística que realizan algunos medios podemos decir que esta ha sido maculada con la intromisión del poder político y económico, formando parte los medios de comunicación tácitamente del primer poder al involucrarse intrínsecamente con asuntos políticos y económicos. Parece inevitable la manipulación, el periodismo no puede respirar dentro de un reducto de empresarios capitalistas donde solo valen sus pensamientos, decidiendo cada paso que realiza el periodista, son aquellos que tienen el poder de sustituir redacciones que van en contra de sus intereses por aquellas que las apoyan pasando la libertad de expresión a ser patrimonio de las empresas de comunicación. 




El periodismo se ha convertido en un instrumento más y a ser dependiente de los grupos de poder, cuando la prensa empieza a formar parte del poder y del juego de los partidos políticos y los grupos económicos, pierde su rol de control y vigilancia y su misión de servicio a la ciudadanía. (4) Los medios que siempre fueron un problema para las dictaduras, actualmente lo son para las democracias. Por eso no se han escapado a las diferentes formas de censura. Sin embargo existe una falta de reflexión por parte de los periodistas en no querer cambiar la situación y seguir dejándose enredar por esta maraña de iniciativas de lucro. (5)


De igual manera sucede con la política, las noticias son enfocadas dependiendo del partido político que el medio defiende, nos engañamos si pensamos que todos los medios de comunicación son fetiches de pureza y enemigos acérrimos de los corruptos. La trama periodística y política de la actualidad nos ha hecho chocar contra el muro de la realidad, este ha sido un duro golpe para quienes defienden abiertamente al periodismo y que todavía mantienen la esperanza de que no se olvide nunca la importante labor que esta ciencia realiza en la sociedad.
Es hora de que el periodismo recupere el poder, la porción de dominio que le pertenece, no podemos seguir cediendo a la presión económica y política, los medios de comunicación deben realizar una catarsis y así consolidar sus ideas aportando cada uno, una solución a esta problemática para terminar de una  vez por todas con el mito del cuarto poder y así esta afirmación deje de ser un mito y pase a ser una realidad.

(1) Maletzke, Gerhard. " Sicologia de la comunicacion colectiva", Editorial Epoca, Quito 1976


(2) Concha, Mateos. “Del saqueo a la soberanía mediática en Venezuela / La vía de la responsabilidad social en los medios”, en Ágora, Revista de Estudios Sociales, número 13, diciembre 2005. Pp. 191-217. CEPS, Valencia.

(3) Concha, Mateos. El debate académico del debate mediático: Venezuela y alrededores / Recursos para proteger nuestra mirada analítica de la contaminación polemizante teledirigida”, en Revista Mexicana de Comunicación 106, agosto-septiembre 2007. Fundación Manuel Buendía, México DF.

(4) Blázquez N.Ëtica y medios de comunicación”. Madrid, BAC. 1994

(5) Perla Anaya, J. La prensa, la gente y los gobiernos”. Lima. Universidad de Lima. 2003








1 comentario:

  1. Miguel,
    El itinerario de los paper es adecuado, pero los materiales de asistencia no aportan o son de baja calidad o no están lo suficientemente contextualizados.

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