sábado, 12 de octubre de 2013

EN BUSCA DE LA CIUDAD PÉRDIDA

Hace algunas semanas leí una publicación de un diario reconocido de nuestro país que tenía como titular: LAS 10 CIUDADES TOP DEL PERÚ, en aquella lista exclusiva pude distinguir el nombre de la ciudad de Chiclayo, no saben el sentimiento de orgullo que me embargo en esos momentos al saber que formaba parte de una de las ciudades más importantes del Perú, sin embargo pronto el olor nauseabundo de los desagües colapsados me hizo volver a la realidad, me despertó de aquella utopía en la que había estado sumergido por unos minutos, fue en ese momento donde advertí lo paradójico de la situación en la que me encontraba, de la divergencia de los conceptos leídos y de lo absurdo de las informaciones mostradas por los medios de comunicación a la población Chiclayana.

En los últimos años la ciudad de Chiclayo ha parecido anquilosarse en el tiempo, es cierto que grandes cambios en materia económica y cultural han hecho de esta ciudad una ventana abierta hacia el turismo y el crecimiento social, sin embargo este crecimiento es ajeno a la realidad actual de la ciudad. Ciudades próximas a la capital de la amistad como Trujillo, Piura, Tumbes, por no citar a otras han experimentado un crecimiento en todos sus rubros que superan de manera superlativa los índices de ascenso de Chiclayo.

Ahora nos preguntamos como una cultura tan próspera que albergó a civilizaciones admirables como Wari, Paracas, Chavín, Chimú, Tiahuanaco y quizás la más gloriosa de todas porque vio nacer a uno de los personajes más majestuosos de nuestra historia, El Señor de Sipan; con el paso del tiempo ha ido perdiendo esa perfección y magnificencia hasta convertirse en un facsímil fútil de ciudad moderna, que cada día más se hunde en la inseguridad y delincuencia.

Según un reporte de la Dirección Regional de Comercio Exterior y Turismo (Dircetur) Lambayeque, indica que la ciudad de Chiclayo, ha sido considerada por los visitantes extranjeros como la ciudad más insegura de Latinoamérica.

Este informe que a primera vista parece desmedido, refleja considerablemente el panorama actual  de la ciudad. La población Chiclayana percibe a su ciudad de manera insegura y frágil ante cualquier catástrofe natural. Esto genera un clima de desconfianza, desesperanza y desanimo y que mella paulatinamente la calidad de vida de las personas.
Quizás la causa principal del problema de inseguridad ciudadana pueda ser atribuida a la ineptitud e inacción de las autoridades municipales, pero esta problemática tiene un trasfondo sociocultural, depende en gran manera del apoyo de la ciudadanía. Las autoridades locales deben buscar afianzar los vínculos con la población, las distancias son ahora muy marcadas, no se distinguen vínculos de consonancia entre las partes, sin embargo un proceso de empoderamiento ciudadano se muestra como una alternativa de solución. 

Las fiestas de navidad y año nuevo ya están próximas y es de vital importancia salvaguardar la seguridad ciudadana a través de mecanismos que ayuden a combatir la ola delincuencial que azota a la ciudad de Chiclayo. Estos mecanismos fueron propuestos por el Ing. Carlos Balarezo, Secretario Técnico del Comité Regional de Seguridad Ciudadana en una reunión sostenida en la Compañía de bomberos, quien junto con otros funcionarios públicos abordaron el tema de la seguridad ciudadana como una prioridad para la ciudad. 

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